Ideas para decorar paredes de dormitorios como cabeceros de cama

Los altillos, especialmente si son bajos y el cabecero de la cama puesto en el lado corto, no dejan bastante espacio para un cabecero, y si lo coloco bajaría aún mucho más la sensación de poca altura en estas zonas. De ahí que es bastante superior dejar la cama sin cabecero y dejar que las vigas se lleven toda la importancia.

Si por contra el techo es a 2 aguas y se interpone el cabecero de la cama, no poner el cabecero acentúa aún mucho más la manera de las vigas.

Qué poner en el cabecero de la cama de matrimonio

Otra alternativa es jugar con la composición de los cuadros o marcos de fotografías en la pared. Aquí se escogió la próxima composición de los elementos: la parte mucho más grande en el centro. 2 medidas iguales en los dos lados horizontalmente. Y volvemos al formato vertical para la decoración de las puntas.

Una tabla horadada para personalizar la pared tras la cama

Emprendimiento de nuestra quinta casa

Pinterest (tixag il natural resource La pared del cabecero jamás te defraudará. Un espéculo del tamaño, estilo y forma que elijas y un ramo de flores para colgar en la pared. Mucho más simple y mucho más económico ¡Es bien difícil! Pienso que es una enorme iniciativa para habitaciones de alumnos, pisos de alquiler o la habitación de un joven. Lo destacado de las flores de plástico es que en el momento en que les entra polvo, las levas las meten bajo el chorro de agua y están listas para ser ubicadas en la pared.

Con estas ideas, adorna la pared del cabecero, ¡te engancharás! Anímate a colocarlos en práctica y vas a sentir que abres un nuevo dormitorio 😏.

Pared pintada de otro color

En el momento de poner una cama en la pared, de manera directa sin cabecero, una manera de enmarcar esta región es colorear la pared del fondo de otro color. El cabecero pintado en un tono diferente al resto de las paredes provoca que toda la atención se desvíe de esta una parte de la habitación.

Explota la posibilidad de usar un color levemente mucho más obscuro, que contribuye algo de hondura al dormitorio. No debe ser un tono suavecísimo. Por poner un ejemplo, si las paredes de tu dormitorio son blancas, un color gris o crema marcaría la diferencia.